Por: Enigma Machine.
Sábado por la tarde, manifestaciones afuera de la
Ciudadela, personas de la tercera edad bailando, y el Teatro de la Ciudadela
para recibir a los asistentes para el último día de actividades de la Semana de
las Juventudes.
Como primer
apertura del show, Distorhead
empezaría su presentación , canciones como “Yo
soy Nada”, “Indivisible” y “Agujeros de Memoria” hicieron vibrar el
recinto, la guitarra de Odri sonando potente, Venus complementando con el bajo
y concentrada en cada una de las canciones, la batería con impresionantes redobles,
en algunas un poco ligeras, pero en otras daba su punch, mientras que el vocal
Rafa cantaba con una voz incomparable, excelentes notas y muy buena presencia
en el escenario, se despidieron del público con un bolero de Javier Solís “Esclavo y Amo”.
El segundo acto llamaría
a escena a una banda de rock gotico, Fausto
(del estilo de Christian Death) saldría al escenario, aquí los teclados
suplantaban a la guitarra, el bajo sonaba potente y de la batería no les cuento,
cada redoble fuerte al estilo del rock gotico de los 80’s. El vocal actuaba en
el escenario con un poema contra el gobierno con la frase final “nos faltan
43”, luego de ahí siguió cantando al estilo Rozz Williams, menciono esto porque
su estilo de voz me recordó a este vocalista.
Para el
intermedio llegaría una banda sorpresa. Los
nietos de María Sabina, ellos solamente complementaron el show con tres
canciones, ellos provienen de Cuernavaca, Morelos, haciendo recordar al público
en general la época dorada del rock en español de los 90’s.
Para el toque
final las luces se apagaban, de lejos se escuchaban las pruebas de micrófono
que Sofía Lara realizaba, en las pantallas se apreciaba el video de
“Alucinaciones”. Morante salía al
escenario para el festejo de su XVI aniversario de trayectoria musical, muchas
canciones provenían del material “Danza al viento”, y una gran canción como
“Nocturno Deseo”, entre otras. El performance se complementaba en algunas
canciones.
En el primer
acto, Sofia enseñaba el espejo a un muchacho, esto lo atemorizo y se trataba de
alejar de ella, al final de la canción terminaba tirado en el piso simulando su
muerte. Posteriormente en el segundo
acto. El hombre danzaba junto a dos mujeres de blanco y peculiar es que todos
utilizaban una máscara.
El metal gótico
de Morante deleitaba los odios del público que asistente. Antes de finalizar el
evento, el organizador del entregó un reconocimiento a Morante así como a las
anteriores agrupaciones por haber participado en el festival de las Juventudes.
El guitarrista
Antonio Chávez agradecía al público su asistencia porque sin ellos, como lo
mencionó “no estarían parados en el escenario”.
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